olvidado
Yo soy un insondable soñador y un hermético,
pero no a la manera de los bardos triviales
y frívolos que juzgan sus acciones geniales
e ideal la extravagancia de su vivir poético.
Hay en mi libro de horas, descarnado y sintético,
himnos a la divina Verdad y a los ideales
del luchador que forja bellezas inmortales
y el soñador que lucha, convencido y frenético.
Hoy que el poeta rinde culto a la apostasía
y homenaje a esos legos, encumbrados señores,
yo, solo, como el último proletario que ansía
vivir de sus esfuerzos, lucho entre, dos horrores:
¡La ambición de los líricos cortesanos del día
y el afán de los necios que les arrojan flores! Manuel Pérez y Curis
Comentarios
Publicar un comentario