entre Zeus y un tal Prometeo
robando el fuego, creando alborotos,
una leyenda llena de gloria...y corazones rotos.
Con cadenas, su castigo llega,
un águila su hígado devora,
pero su valentía aún atesora,
su rebelión en la memoria siega.
En las llamas, su esencia perdura,
un símbolo de lucha y rebeldía,
una historia que nunca se apaga...
en la eterna bravura,
nos enseña que en la oscuridad fría,
siempre habrá una luz que nos embriaga...o por otro lado a no desafiar más que mitologías...que yo le llamo utopías.
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